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Educação e 

Diferenças e...

Editores Temáticos: Alik Wunder e

Antonio Carlos Rodrigues de Amorim

nº22 | 13 de junho de 2022

La mise-en-situation-école en la escena actual del arte contemporáneo: Algunos apuntes sobre prácticas artísticas y pedagógicas desde el sur

Sebastian Wiedemann

1. Situando el pensamiento:

 

Ensayar y poner a prueba la idea que aquí propongo, es decir, los modos de aparecer por otros medios de la escuela en el arte contemporáneo; demandan, a mi ver, un gesto de desaceleración y cuidado, en el que inicialmente me pueda detener en la génesis de este campo problemático, cuya inspiración yace en un pensamiento cinematográfico y antropológico. 

Para la antropología de los pueblos amazónicos, los seres en sus formas múltiples – humanas, plantas, lluvia, trueno, objetos y minerales – poseen características propias y formas de ver y ser vistos. El humano es solo un miembro más de una red de relaciones y no el punto de vista privilegiado sobre los otros seres. En este sentido, toda perspectiva se hace a partir de un cuerpo: ver es estar en algún lugar. Algo que nos recuerda muy bien el antropólogo brasileño Eduardo Viveiros de Castro (2011).

 

Partiendo de esta premisa podríamos decir que cuando no se invita o incluye al otro a hacer parte activa del enmarañamiento de relaciones y por lo tanto de perspectivas, se le impone una, se le dice que lugar debe ocupar y por lo tanto como y desde donde ver. Esto es algo que he aprendido como artista audiovisual y que me ha hecho desconfiar profundamente de la figura y posición del espectador, sin que me llegue a satisfacer la idea de espectador emancipado de Rancière (2000).    

 

Tal problemática y desconcierto, desde una postura ética que busca mitigar aquello que podríamos llamar microfascismos perceptivos, me ha llevado a experimentar un ejercicio mental en el que se imagina un arte sin espectadores, un arte como red compleja de cuerpos creadores. Es decir, donde no se toma el poder y ni se aspira a controlar y moldear la mirada, sino que se busca expandir la potencia de cada cuerpo desde su perspectiva singular sin querer reducir o anular la opacidad constituyente de la relación.

 

Todo encuentro es en parte un equívoco productivo. Y si tal búsqueda de simetría en las relaciones ocurre en un plano intersubjetivo, también ocurren en un plano cosmológico, donde por ejemplo la cosmología blanca como red hegemónica de significados, se quiere imponer ante las demás como sentido común. Es este sentido común, él que me aterroriza cuando se naturalizan preguntas como: ¿Qué es lo que vemos? ¿Quién ve? ¿Qué se ve? ¿Cómo se ve? o ¿Con quién se ve?   


Preguntas a las que no podemos dar respuestas certeras, sino más bien con las cuales podemos ensayar especulaciones y que a mi ver ocurren en el lugar más potente que tiene el cine a ofrecernos y que de hecho lo excede. Es decir, los intervalos. Es en los intervalos que se generan fracturas y desvíos ante imágenes que se quieren imponer, no solo en tanto visualidades, sino que también y sobre todo en tanto imágenes de mundo y del pensamiento.

 

De allí que las prácticas artísticas no deban nunca reproducir o representar imágenes, sino en todo caso hacerse punto de encuentro e intensificación para que la heterogeneidad de perspectivas prolifere. Hacerse productoras y multiplicadoras de perspectivas como ejercicio plural y común y no de sentido común. Pues todos estamos en un no saber, ya que nunca podemos ocupar o alcanzar la perspectiva del otro. A lo sumo, podemos sintonizarnos de modo difractivo con esa otra perspectiva.

 

Algo que demanda mucho cuidado, pues se esta en el mismo nivel y en un cuerpo a cuerpo con el otro. Es decir, se comparte una situación en la que efectivamente todos pueden tener un cuerpo, todos pueden tener un lugar singular desde el cual ver y crear intervalos perceptivos. Políticamente hablando, desde la elaboración que aquí estamos llevando a cabo, no es suficiente con afectar al otro, sino que sobre todo es fundamental que el otro se apropie de su potencia de afectar de manera activa.     

 

Como quizás ya se deje notar, instaurar esta relación dinámica entre cuerpos implica una disposición procesual y laboratorial de ensayos sin certezas y sin puntos fijos de llegada y donde ciertamente la idea de obra pierde valor ante la inminencia de estar en obras pensando, componiendo y creando con el otro y dejándose interpelar por su alteridad radical.

 

Una situación emergente para el pensamiento de co-presencia, co-habitación y sobre todo de co-aprendizaje. Y donde, si pensamos en un modo de dramatizar el pensamiento en miras a una fuga constante de una imagen dogmática del mismo para pensar con Deleuze (2013), estaríamos hablando de un modo de puesta en escena que a mi ver repone por otros medios la potencia de la escuela. No la escuela panóptica y disciplinar que Foucault (2013) tan bien describió, sino una escuela post-Freire, una en resonancia con las ideas de bell hooks (2021). Una escuela como escena para el acontecimiento y co-presencia de los cuerpos. 


 

2. Escuela no como adentro, sino como pliegue del afuera:

 

Es así como nos enfrentamos a una paradoja y a un escenario de crisis de la institucionalidad, donde por un lado sabemos que las escuelas son fabricas que responden a las demandas corporativas y empresariales, dejando de ser lugares donde la potencia de los cuerpos es afirmada.

 

Y donde, por el contrario, estos son domesticados para que sean dóciles. Es decir, la escuela ha fracasado y se ha rendido al capital. Mientras que en contrapartida y abrazando sus fuerzas antes que su forma, habría aún una potencia a ser explorada y experimentada que pasaría por lo que he llamado mise-en-situation-école. 

 

En un arte atento al mundo, donde es nítido que no hay lugares para espectadores, sino que todos – humanos y no humanos – hacemos parte, componiendo colectiva y dialogalmente, de la producción del propio mundo; también se hace nítido que todo y todos enseñan algo y por lo tanto lo viviente se define por estar en un proceso incesante de co-aprendizaje.

 

Tal proceso y disposición ante la vida y que siempre implica pliegues de cuidado, es lo que me atrevo a llamar mise-en-situation-école. La escuela ya no como lugar extensivo, sino como disposición intensiva para la existencia. Ya no como el adentro y repliegue de lo humano que quiere conquistar y domesticar, sino un pliegue del afuera que es el mundo en constante generación y germinación, y que se despliega y derrama sobre este multiplicando sus capas y dimensiones.

 

Ese arte atento a los brotes resistentes de vida y como agenciadora de intervalos perceptivos, ahora más que nunca y ante el colapso socioambiental que vivimos, busca sembrar ocasiones para que la mise-en-situation-école pueda tomar lugar. En otras palabras, para que cada vez más entendamos que si el límite de la escuela es el propio mundo por estar inmersa en él y ya no pudiendo ser más una burbuja que se aísla de este; también es cierto que estaríamos ante un devenir maestro del mundo. 


Hablamos entonces de un arte atento que antes que saturar abre espacios-tiempos para co-aprendizajes. Espaciar la existencia, abrir nuevas disposiciones y coordenadas aprendientes como la condición de producción de pensamiento, que nunca ha sido una condición meramente humana, sino que de todo lo viviente. Hablamos de un arte que hace perceptible que el pensamiento es el verdadero nutriente de la vida.

 

Pensar es inventar relaciones impensadas donde antes no las había, es traer una diferencia al mundo. De allí que pensar como gesto humano o mas que humano es siempre un gesto estético. Y es por diferenciación y heterogénesis que el mundo se sostiene y prolifera. Algo que la bióloga Lynn Margulis (1999) nos recuerda muy bien. Toda relación es un acto de pensamiento y por lo tanto de creación. Y si el arte es el cultivo de relaciones radicalmente disruptivas, ya es hora de nombrarla aquí como colaborativa y comunitaria.

 

Toda práctica artística que a su vez se diga pedagógica desde la perspectiva que aquí defendemos es constitutivamente comunitaria; es medio de transformación y proliferación de nuevas relaciones, de inventar modos de estar juntos sin cancelar, anular o silenciar perspectivas disimiles. Es medio para hacer del mundo un pluriverso.

 

3. El arte entre lo comunitario y la escuela:

Como ya decía el filósofo británico Alfred North Whitehead (2022), el pensamiento no le pertenece a nadie, en todo caso él encuentra los cuerpos por los cuales puede proliferar de modo más potente. Y si quizás aquí me he esforzado por nombrar de modo singular una idea bajo el concepto de mise-en-situation-école, es una tendencia del pensamiento que en la escena del arte contemporáneo ha encontrado interesantes modos de singularización entre prácticas artísticas comunitarias y pedagógicas, en las cuales me gustaría detenerme un poco.   


Un síntoma notorio de esta tendencia y teniendo en cuenta que es el sur global, el lugar donde la devastación socioambiental se deja sentir más; es la propuesta curatorial de la Documenta 15 que toma lugar este año de 2022 en Kassel, Alemania y que esta a cargo del colectivo Ruangrupa de Indonesia.

 

El concepto curatorial es el de lumbung, que directamente se traduce como «granero de arroz», como una olla colectiva o sistema de acumulación utilizado en las zonas rurales de Indonesia, donde las cosechas producidas por una comunidad se almacenan como un recurso futuro común, que luego se distribuye a través de la gobernanza colectiva. Lumbung como premisa para hacer de la exposición y sus procesos un contenedor de recursos colectivos que funciona bajo la lógica de lo que podría llamarse el procomún; es una aglomeración de ideas, historias, labor, tiempo y otros recursos compartibles.  

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Figura 01: Más Arte Más Acción

Bajo esta perspectiva la fundación Más Arte Más Acción (MAMA), participante de la exposición y con sede en el Chocó, ha propuesto hacer parte de esta proponiendo una escuela de verano en concordancia con ideas que ya ha venido elaborando como la de “Chocó como escuela” o la de “espacios de pensamiento como obra de arte”.

 

En las palabras de la fundación se trata de “una posibilidad para expandir conocimientos y saberes, tejer redes de solidaridad, forjar afectos, crear alianzas y articular los procesos que nos lleven a construir o caminar hacia un co-diseño autonómico-comunal” de los espacios y territorios existenciales. La escuela de verano que responde al nombre de “El malestar en el extractivismo: movimientos artísticos y de contracultura.”, busca ofrecer un enfoque innovador de laboratorios discursivos y artísticos con perspectivas interdisciplinarias desde las artes, las humanidades, los estudios culturales y las ciencias sociales; explorando y discutiendo las implicaciones culturales, estéticas y políticas de las economías extractivas para el presente global. Asimismo, pretende examinar las formas alternativas de pensamiento y las perspectivas de acción colectivas, de convivencia y de sostenibilidad de diversas formas de vida que emergen de ellas en los ecosistemas radicalmente cambiantes del presente global.


En esta misma clave ecocrítica y socioambiental, y poniendo en tensión lo local y global, es de destacar el proyecto de larga duración activo desde 2013 Currículo Antropoceno desarrollado por La Casa de las Culturas del Mundo y el Instituto Max Planck de Historia de la Ciencia en Berlín, Alemania. Dicho proyecto con un fuerte componente de prácticas pedagógicas y artísticas colaborativas, en las palabras de sus idealizadores, busca “explorar marcos para el conocimiento y la educación crítica en nuestra transición en curso hacia una nueva época geológica dominada por los humanos: el Antropoceno.”.

 

Esto a partir de situaciones experimentales de co-aprendizaje y posibilidades de investigación para la colaboración transdisciplinar, donde podamos ensayar respuestas a preguntas como: ¿Qué debe contener un cuerpo de conocimiento “terrestre” que atraviese de lo global a lo local y viceversa? ¿Qué formas de transmisión del conocimiento son apropiadas y duraderas en estas condiciones transescalares y de interdependencias mutuas? Y donde, teniendo en cuenta los problemas de acceso y agencia, de la justicia asimétrica, de las formas de conocimiento tradicional y las formas de habitar la Tierra; podamos intentar dar cuenta de los variados medios de experiencia y buscar encontrar un terreno común para los futuros estudios y prácticas.

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Figura 02: Devenir Universidad

Futuros y prácticas que insisten en ganar expresión en América Latina a partir de proyectos como Devenir Universidad (2019-2022) idealizado por la artista suiza Ursula Biemann y el pueblo Inga de la Amazonía andina colombiana. Un proyecto biocultural que participa en el proceso de transformación de un territorio amazónico en universidad.

 

Un proyecto entendido como una plataforma que documenta y contribuye a las actividades de una comunidad indígena, tejiendo colectivamente una nueva universidad, como organismo biocultural en crecimiento, que involucra a mentes humanas y no humanas para tender un puente entre diferentes sistemas de conocimiento. En el centro de la investigación se encuentra el territorio cognitivo vivo y las formas en que este conocimiento puede ser protegido y transmitido.

 

En este sentido, la universidad se expande por el territorio en una configuración descentralizada de lugares y caminos de aprendizaje. Se diseñan nuevas pedagogías para generar conocimiento basado en el lugar e impulsar el cambio de paradigma de una relación extractiva a una relación generativa e imaginativa con el territorio. Todo esto a partir de equipos interculturales que generan arte y medios audiovisuales; territorio y arquitectura; así como eventos públicos y exposiciones.

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Figura 03: Aldeia-Escola-Floresta

En esta misma dirección los profesores, artistas y cineastas indígenas Sueli e Isael Maxakali, que estuvieron presentes en la última Bienal de São Paulo (2021), han fundado el proyecto Aldeia-Escola-Floresta en el estado de Minas Gerais – Brasil.  Un espacio de intercambio de saberes, reforestación, recuperación de manantiales, talleres de arte y cine y fortalecimiento del complejo musical, ritual y cosmológico conocido como yãmĩyxop. Como define la pareja: “lo llamamos Aldeia-Escola-Floresta porque toda la aldea es una escuela para nosotros. El río es una escuela, el bosque es una escuela, los animales también. Cada lugar de la aldea es una escuela”.

 

Otra iniciativa importante en la región es la recientemente lanzada LA ESCUELA___, fundada a inicios de este año de 2022 por el artista y arquitecto venezolano Miguel Braceli, quien describe el proyecto como una plataforma conducida por artistas para el aprendizaje radical en espacios públicos. Entendiendo el arte como forma de producción de conocimiento y la educación como una práctica artística en sí misma.

 

En este sentido el proyecto busca acercar el arte y la educación a las realidades sociales de lugares específicos, asociándose con universidades, instituciones y comunidades para la creación de proyectos formativos en Latinoamérica. Siendo así, en las palabras de Braceli, el proyecto tiene sus raíces en una larga genealogía de educadores y artistas latinoamericanxs, cuya obra se ha vinculado activamente con contextos tangibles, para aprender y actuar sobre ellos.

 

Mediante un aprendizaje público, se propone un programa transdisciplinario donde diversas formas de prácticas coinciden en la capacidad transformadora de la educación. Una muestra de ello es el espacio de conversaciones donde, por ejemplo, el artista venezolano Luis Romero dialogó con el artista yanomami Sheroanawe Hakihiiwe a partir de la premisa del término wëai: (enseñar a través del ejemplo), sobre los conocimientos ancestrales de la cultura y pueblo Yanomami y sus formas particulares de ser transmitidos.

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Figura 04: fotograma “Marlene” (2022)

Solo a modo de mención es importante destacar que esta tendencia en la escena actual del arte contemporáneo también está presente en las artes audiovisuales como puede notarse en las obras recientes de las artistas brasileñas Ana Vaz con su film experimental “13 Ways Of Looking At A Blackbird” (2020) y de Barbara Marcel con “Marlene” (2022), así como el cortometraje experimental “Mangrove School” (2022) de las artistas de Portugal y Guinea-Bissau Filipa César y Sónia Vaz Borges. En los tres trabajos el concepto de mise-en-situation-école opera de manera notable en alianza con lógicas colaborativas y comunitarias de producción de imagen y conocimiento.

 

4. Lo humano entre la escuela y el arte: ¿calle de doble sentido?

 

Como es perceptible, después de este breve diagnóstico y recorrido por proyectos y experiencias artísticas con foco en el sur global, la tendencia de la mise-en-situation-école en la escena actual del arte contemporáneo es bastante solida y prometedora. Es nítido que desde ideas como las de arte socialmente comprometida con procesos de transformación comunitaria, estos ejercicios velan por la instauración de comunidades emergentes de conocimiento o si se quiere por la construcción colectiva de conocimiento con foco en la invención, ampliación y proliferación de modos de experiencia y existencia heterogéneos.

 

En el medio, lo humano se transforma en un verbo, para usar las palabras del antropólogo británico Tim Ingold (2018), que puede ser conjugado de diversas maneras, haciendo posible la co-existencia de humanidades o aún resonando con Donna Haraway (2020), de humusidades en pluriversos en contacto. No obstante, me viene una pregunta a la mente: ¿Si el arte está llevando la escuela a horizontes antes impensados y está logrando hacerla aparecer por otros medios sin tener que apelar a un esencialismo, sería posible que el arte también la ayudase a volver a sí misma, siendo otra como memoria de futuro? ¿Es acaso este un encuentro y proceso de doble sentido? 

 

Hay algunos pocos ensayos para esta pregunta en el mundo. Uno de ellos, ocurriendo en la pequeña localidad de Caçapava do Sul en el sur del Brasil desde 2021 bajo el nombre de Escola da Floresta en colaboración con la Universidad Federal de la Pampa y bajo la coordinación del pedagogo y educador portugués José Pacheco. El proyecto a su vez funciona como una ocupación de una escuela municipal. Y quizás sea la palabra ocupación, el concepto clave que aquí está en juego entre prácticas artísticas y pedagógicas. Un arte atento y una educación disidente en clave menor, que ocupan subversivamente el Arte y la Educación con mayúsculas. 

 

No negaremos que la legitimación institucional de los dos extremos de la vía, tienen un valor político. No obstante, y siendo fieles a lo que tan bien el cine nos ha enseñado; después de todo, de lo que se trata es de espaciar y habitar, de ocupar intervalos perceptivos que multipliquen los sentidos más allá del modo de nombrar las prácticas.  Mise-en-situation-école una invitación a que nombremos diferentemente los modos como aprendemos a ocupar la vida entre arte y educación.

NOTAS

PARA SABER MAIS

DELEUZE, Gilles. Diferencia y Repetición. Buenos Aires: Amorrortu, 2013. 

FOUCAULT, Michel. Vigilar y castigar. Mexico, D.F.: Siglo XXI, 2013. 

HARAWAY, Donna. Seguir con el problema: Generar parentesco en el Chthuluceno: 1. Bilbao: Consonni, 2020. 

HOOKS, Bell. Enseñar a transgredir. Madrid: Capitan Swing, 2021. 

INGOLD, Tim. La vida de las líneas. Santiago: Ediciones Universidad Alberto Hurtado, 2018. 

MARGULIS, Lynn. Symbiotic Planet: A New Look At Evolution. New York: Basic Books, 1999. 

RANCIERE, Jacques. El espectador emancipado. Buenos Aires: Manantial, 2000. 

VIVEIROS DE CASTRO, Eduardo. Metafísicas caníbales. Líneas de antropología postestructural. Buenos Aires: Katz, 2011. 

WHITEHEAD, Alfred. Modos de pensamiento. Buenos Aires: Cactus, 2022.

O  AUTOR

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Sebastian Wiedemann - Educador, Filosofo y Cineasta. Doctor en Educación por la Universidad de Campinas (Brasil). Profesor-investigador en la Escuela de Educación y Pedagogía de la Universidad Pontificia Bolivariana (Colombia). Grupo de investigación PDS – Pedagogía y Didáctica de los Saberes. E-mail: wiedemann.sebastian@gmail.com  

COMO CITAR ESSE TEXTO

WIEDEMANN, Sebastian. La mise-en-situation-école en la escena actual del arte contemporáneo: Algunos apuntes sobre prácticas artísticas y pedagógicas desde el sur. (Artigo). In: Coletiva - Educação e Diferenças e… nº 22. Publicado em 13 junho 2022. Disponível em https://www.coletiva.org/educacao-e-diferencas-e-lamise-en-situation-ecole-por-sebastian-wiedemann. ISSN 2179-1287.

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